¿Qué son las lesiones por presión (LPP) y por qué ocurren?

Cuando un familiar está hospitalizado y pasa mucho tiempo en cama o en una misma posición, puede aparecer lesiones por presión (LPP). También conocidas como “úlceras por presión” o “escaras”, son heridas en la piel que ocurren por la presión constante en ciertas zonas del cuerpo.


👉 ¿Por qué aparecen las LPP?

  • Cuando una persona permanece inmóvil por mucho tiempo, la presión del peso del cuerpo sobre la cama o la silla disminuye la circulación sanguínea en ciertas áreas.
  • Esto puede dañar la piel y los tejidos.
  • Son más frecuentes en personas en estado crítico, con movilidad reducida, adultos mayores o pacientes con desnutrición o enfermedades graves.

👉 ¿En qué pacientes hay más riesgo?

Hay situaciones en las que el riesgo de LPP es tan alto que incluso se espera que aparezcan, a pesar de todos los cuidados:

  • Pacientes en estado crítico con ventilación mecánica prolongada.
  • Personas muy debilitadas o desnutridas.
  • Adultos mayores con piel frágil y delgada.
  • Pacientes con enfermedades neurológicas que limitan su movilidad.
  • Personas con baja perfusión sanguínea (cuando la sangre no circula bien por gravedad de la enfermedad).

En estos casos, el objetivo del equipo de salud es retrasar, minimizar y tratar oportunamente las lesiones, ya que a veces resultan inevitables.


👉 Lugares más comunes donde aparecen

  • Talones
  • Caderas y glúteos
  • Hombros y omóplatos
  • Parte posterior de la cabeza

👉 Clasificación de las LPP

Las lesiones por presión tienen distintos grados según su profundidad:

  1. Grado 1: enrojecimiento persistente en la piel que no desaparece al presionarla.
  2. Grado 2: pérdida parcial de la piel, como una ampolla o herida superficial.
  3. Grado 3: herida más profunda que afecta tejido subcutáneo.
  4. Grado 4: lesión grave que puede llegar hasta músculos, tendones o huesos.

Conocer esta clasificación ayuda a las familias a entender los informes médicos y la importancia de la prevención temprana.


👉 ¿Se pueden prevenir?

Sí, gran parte de las LPP se pueden prevenir con cuidados adecuados:

  • Cambios de posición frecuentes (cada 2 a 3 horas en cama).
  • Uso de colchones y cojines especiales que distribuyen la presión.
  • Mantener la piel limpia y seca, evitando humedad prolongada.
  • Buena alimentación e hidratación, que fortalecen la piel y los tejidos.
  • Revisión diaria de la piel en las zonas de riesgo.

👉 ¿Qué pasa si ya hay una lesión por presión?

  • El equipo de salud evaluará la gravedad de la lesión según la clasificación. Frecuentemente observarás al personal de enfermería fotografiar la zona con el fin de dejar registro de la lesión y dar un mejor seguimiento.
  • Se aplicarán curaciones, apósitos especiales y cambios de posición para favorecer la cicatrización.
  • En algunos casos graves, puede requerirse tratamiento más avanzado, como cirugía en la zona o drenajes en caso de infecciones graves.

🌟 Consejos para la familia

  • Pregunta: ¿Mi familiar tiene riesgo de lesiones por presión?, ¿qué medidas se están tomando?, ¿cómo puedo ayudar?
  • Exige cambios de posición regulares: es tu derecho como familiar y parte de los cuidados básicos que todo paciente debe recibir.
  • Si colaboras, apoya en el cambio de posición o en la observación de la piel, siempre guiado por enfermería.
  • Fíjate en el enrojecimiento persistente como señal temprana.
  • Valora la importancia de la nutrición e hidratación como parte de la prevención y tratamiento.

💚 Las lesiones por presión (LPP) son heridas que aparecen por permanecer inmóvil mucho tiempo. En algunos pacientes son casi inevitables, pero con vigilancia y cuidados pueden reducirse y tratarse. Como familia, tienes un rol clave: preguntar, observar y exigir que se cumplan los cambios de posición para proteger a tu ser querido.

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Gonzalo Valdivia Lobos
Gonzalo Valdivia Lobos
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